Era 1976 y David Bowie sorprendía una vez más con el lanzamiento
de su décimo álbum de estudio “Station to Station”. Lo había grabado en Los
Ángeles y en ese tiempo, la cultura de las drogas en la ciudad californiana
arrasaba con toda persona quien pusiera un pie allí.
El camaleónico artista no fue la excepción, y en ese tiempo
él temía que su adicción a la cocaína podría llevarlo al “límite”, según cuenta
el autor David Buckley para la biografía Strange Fascination: David Bowie, the
Definitive Story (2005) en la que pudo entrevistarlo.
¿Cómo se encontraba David Bowie en ese tiempo?
“No tenía ningún recuerdo de la grabación del álbum Station
to Station en Los Ángeles, a fines de ese año, debido a su adicción
‘astronómica’ a la mencionada droga”, se lee en el libro.
Más tarde, el mismo Bowie reconocería que simplemente ya no
podía más con los efectos que le provocaba: “Fue un periodo peligroso para mí.
Ya había llegado al límite físicamente y emocionalmente, y tuve dudas serias
sobre mi cordura”.
Ese mismo año, tomó la decisión de marcharse a Suiza y
luego, comenzó a mostrarse arrastrado por Berlín, ciudad que se encontraba
dividida desde la segunda Guerra Mundial por un gran muro. Allí, Bowie comenzó
a interesarse por nuevos sonidos como el krautrock, el art rock, y la
vanguardia que existía en la escena musical. Por ello, decidió mudarse a la
capital alemana y compartir un departamento con el gran Iggy Pop.
El músico contaba para una entrevista con la revista Uncut
su admiración por esa ciudad: «Durante muchos años, Berlín me había atraído
como una especie de situación parecida a un santuario. Era una de las pocas
ciudades donde podía moverme en virtual anonimato. Estaba en la quiebra, era
barato vivir. Por alguna razón, a los berlineses simplemente no les importaba».
Low (1977)
De esta manera, a comienzos de octubre de 1976, comienzan a
gestarse las grabaciones de un nuevo disco en el Castillo Château d’Hérouville,
en Francia. Luego, hubo grabaciones en Hansa Studio, Berlín.
Por una depresión que lo tenía una demanda legal. Le echaba
la culpa a su abogado Michael Lippman la negativa del cineasta Nicolas Roeg de
usar música suya como banda sonora de la película “El Hombre que cayó a la
Tierra”, en la que el mismo autor de «Space Oddity» protagonizó. Por esta
razón, decide nombrar al álbum “Low”, el cual obtuvo el segundo lugar de las
listas de éxitos en Reino Unido y fue número 11 en ventas de Estados Unidos.
El disco fue producido por Tony Vizcontti y fue un material
que se grabó con dos partes bien diferentes. El lado A, tiene canciones
armoniosas, elegantes y enérgicas; mientras que el lado B es un poco más oscuro
y lúgubre. Según contó Vizcontti, esta otra fase del disco fue inspirada por
las diligencias que Bowie tenía que ir a hacer por la demanda que le tenía su
abogado, lo que lo hacía llegar enojado y triste.
Por esto, según cuenta Paul Trynka en su libro «David Bowie:
Starman«, a las sesiones también iba Iggy Pop, con tal de animarlo: «Empleaba
el sentido del humor para aliviar el estado de agotamiento y fragilidad
emocional en que se encontraba».
Heroes (1977)
Este fue grabado en su totalidad en el Hansa Studio de
Berlín, que estaba muy cerca del muro que dividía la ciudad. Un lugar bien
particular de esa época para concebir un disco.
Bowie ya estaba con más ánimo. Reclutó al mítico productor
Brian Eno y a los dos guitarristas Carlos Alomar y Robert Fripp junto con
Vizcontti. Durante las sesiones de este disco fue cuando surgió la canción más
famosa de su repertorio, Heroes.
De hecho, la letra yace inspirada en dos amantes que están
separados por el muro de Berlín y que besan la pared. Bowie, mientras estaba al
lado de su compañero de piso, Iggy Pop, solía mirar el muro y un día comenzó a
imaginarse esta historia.
De hecho, existe una anécdota que contó el mismo Iggy Pop.
Durante un concierto de Bowie en un extremo del muro en 1978, estaban cantando
esta canción que todos coreaban, y también comenzaron a hacerlo personas que
estaban del otro lado, con el oído pegado a la pared. Bowie quedó casi llorando
por esto.
Lodger (1979)
Comenzó a trabajarse en septiembre de 1978, y es el disco
que cierra la trilogía de discos grabadas en Alemania, y la que le da el
sentido total al concepto.
Si bien la grabación comenzó en los Mountain Studios de
Suiza, después de que el sonido de la grabación no convenciera a Bowie, decide
trasladarse a los Record Plant de Nueva York.
En el disco hubo mucha experimentación, canciones llenas de
extravagancia y a veces que no son tan clasificables en un género u otro.
Muchos lo llaman un manual de instrucciones para crear art rock.
De hecho, en los días de la grabación, a Visconti se le
ocurrió una técnica que llamó estrategia oblicua, la cual consistía en escribir
ocho acordes en una pizarra y pedirle a los músicos que estaban en la sesión
que tocaran algo. Luego, de manera arbitraria, les señalaba un acorde y debían
seguirlo. Algunos profesionales de la música no sintonizaron con el experimento
y lo calificaron como una verdadera falta de orden y escuela.
A las sesiones también fue Mick Jagger de The Rolling
Stones, quien comenzó a criticar duramente el trabajo que estaban haciendo,
según dijo Visconti sobre lo que le contó Bowie: «David le tocó una canción y
Mick lo soltó: ‘Eh, ese tambor. No sé si ese relleno fue bueno’. ¡Él seguía
tratando de derribarlo! Yo dije: ‘¿Pararás esto? ¡¿Por qué estás haciendo
esto?». Y él dijo: ‘Está bien, creo que iré por el camino y sabotearé el álbum
de Joni Mitchell’. Estaba jugando un juego mental con nosotros, y la energía de
David iba a desaparecer. ¡No se sentía bien por estar en Studio F y luego
Jagger estaba destrozando nuestro trabajo!».
Finalmente el álbum se lanzó en mayo del 79′, alcanzando el
cuarto puesto en Reino Unido y el 20 en Estados Unidos.